17 de enero de 2014

cuento de enero



TRISTE MELODÍA

de José Campanari



Ilustración de PATRICIA CORRALES

-¡Calla y arregla de una vez la cisterna del váter, que gotea!- dijo la abuela, sin levantar la vista del ganchillo.
El obedeció inmediatamente y, algo sorprendido, entró en el baño.
Aquella gotera perforó su memoria y lo llevó a su más tierna infancia.
Recordó los días de primavera junto al río y el sonido de los copos de nieve cubriendo los árboles en invierno. Recordó aquellos aullidos compartidos con sus hermanos...
Cuando la niña entró en aquella casa se encontró a la abuela tejiendo, la puerta del baño abierta  y al  lobo (ese lobo con el que había estado hablando en el camino) abrazado al váter.
El sonido de la gotera se acompasaba con el de las lágrimas, componiendo una triste melodía.


JOSÉ CAMPANARI 
Autor y contador de historias, actor y director teatral.
Un observador de situaciones cotidianas, un amante de los pequeños conflictos que nos hacen crecer, un constructor de caminos por donde andar las historias, un caminante incansable que te invita a dar un paseo por el universo la memoria.
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PATRICIA CORRALES
Patricia Corrales alcalaína de pura cepa, ilustradora y gafotas. Lo que más le gusta dibujar son las cosas cotidianas y a su perra Chisca que tiene problemas de sociabilidad perruna. Tiene una cajita de colores que se lleva a todas partes, nunca se sabe cuándo puede venir bien un rojo para un tomate distraído, o un verde para un pantalón  de pana asustado… o un azul para los días grises…
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2 de enero de 2014

cuento de diciembre

MI LUGAR

de Mario Caballero

 

Fuente Foto.

Yo tengo un lugar secreto. No está a más de veinticinco pasos de mi casa. Es una caravana de circo, antigua. En invierno cuando las noches son largas, entro y leo cuentos, los disfruto, los degusto, los sazono, los cocino y los dejo reposar.
    Cuando llega la primavera y los días son más largos, abro las ventanas de mi caravana y desfogo las historias.
   La primavera pasada ocurrió algo. El primer día dos pájaros vinieron a escuchar, el segundo ya eran más y se fueron colocando por las ventanas, la puerta. Día a día continuaban llegando más y ocuparon las estanterías, el sofá, el pasillo, el dormitorio…hasta el baño y el hueco de la chimenea. Cuando les gusta mucho, en vez de aplaudir mueven las alas.
   A veces, solo a veces, de tanto mover las alas, salimos volando con caravana, dejamos atrás el campo donde yo vivo, pasamos por encima de las ciudades y llegamos a alguna playa lejana y allí hay un montón de pájaros esperando para escuchar.

MARIO CABALLERO,  nació en Alicante, vivió su infancia en una casa grande junto a sus cinco primos (a los que considera hermanos) y una hermana. El día que nació en su casa había perdices para cenar y si alguien le preguntaba ¿qué quieres hacer de mayor?, él contestaba “jugar con más niños”.
Alguien que  se cría con seis hermanos, que la noche de su llegada hay perdices para cenar y que siempre quiso jugar con más niños, tenía su destino escrito.

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